LIBANESES

PREMIOS Y FAMA MUNDIAL 

 

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Nace en Londres una niña seleccionada genéticamente para no portar un gen que dispara el riesgo de sufrir cáncer de mama. Los médicos del Hospital University College de Londres han cortado la transmisión familiar de un cáncer que se había repetido en tres generaciones de la familia paterna.

Para conseguirlo los médicos sometieron a los padres a un tratamiento de fecundación «in vitro» y a una biopsia de los embriones para localizar a los que eran potencialmente sanos y no portaban una mutación en el gen BRCA1. Este gen no es el único que dispara el riesgo de cáncer de mama, pero las personas que lo portan tienen entre el 50 y el 80% de posibilidades de desarrollar la enfermedad.
 
 CORTAR LA HERENCIA
 
 El padre de la pequeña era portador de ese gen y temía que sus hijos continuaran con esa terrible herencia después de ver cómo lo sufrían tres generaciones de mujeres de su familia, entre ellas su abuela, su madre, su hermana y una prima.
 
 El director de la Unidad de Reproducción Asistida del hospital,
Paul Serhal, medico libanes explicó que «el legado de los padres es impedir que esta forma de cáncer que ha malogrado a la familia durante generaciones afecte a su descendencia».
 
 Pero el nacimiento de esta niña da argumentos a quienes denuncian una progresiva admisión de «bebés a la carta». Con la selección genética se impide el nacimiento de embriones que quizá nunca hubieran tenido cáncer. No existe un cien por cien de posibilidades de que los portadores del gen BRCA1 desarrollen un tumor y si así fuera, existen tratamientos eficaces si se detecta a tiempo. Con la selección genética tampoco se elimina en su totalidad el riesgo de sufrir un cáncer de mama. En la enfermedad existen otros genes y otras causas implicadas.
 
 En este caso, el equipo del University College obtuvo un total de once embriones. A los tres días de desarrollo se les realizó una biopsia para saber si eran portadores del gen BRCA1. Seis de los embriones eran portadores y fueron destruidos. Dos potencialmente sanos fueron finalmente implantados en la madre, una mujer de 27 años que quedó embarazada finalmente de un único feto.
 
 Alrededor de mil bebés han nacido hasta ahora beneficiándose de ese método de selección genética para eliminar la carga genética de otras enfermedades. Casi siempre se ha recurrido a ellas para cortar la transmisión de males como la fibrosis quística o la enfermedad de Huntington o la distrofia muscular que no tienen hasta el momento un tratamiento eficaz. Los recelos éticos aumentan cuando la técnica se aplica en tumores como el cáncer de mama o el retinoblastoma -un tumor de los ojos- , donde es difícil asegurar que los niños que hereden la alteración genética desarrollarán la enfermedad.