12/07/2008
- 20:59
ZENIT, IBLNEWS
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En esta entrevista concedida a la agencia Fides, el
purpurado hace un balance de la situación del catolicismo en el país.
--¿Cómo están las vocaciones al sacerdocio?
--Cardenal Pell: Depende de cada diócesis. En la
archidiócesis de Sydney tenemos 50 seminaristas, un número bastante adecuado
por las necesidades pastorales. También en los seminarios de Melbourne y Wagga Wagga el número de los
miembros es satisfactorio. Entre los religiosos por el contrario hay una
disminución. Pienso que allí es evidente una situación difícil. Además es
elevado el número de jóvenes laico que deciden trabajar durante algunos años
para
--¿Cómo responden a la secularización?
--Cardenal Pell: Australia tiene los mismos problemas
que los otros países occidentales, ricos y desarrollados. Frente a la
secularización hemos apostado sobre todo en nuestro sistema educativo. El 20%
de los jóvenes australianos frecuentan las escuelas católicas. Yo he trabajado
para que los jóvenes tuvieran un capellán en sus universidades con el que poder
hablar y acudir a el y además he renovado completamente los textos de la
enseñanza religiosa en todas las clases, desde la elemental hasta la media y el
bachillerato. Creo que una respuesta necesariamente pasa por la educación de
las nuevas generaciones. También en este sentido,
--Australia ha sido durante siglos una tierra de misión. Hoy ¿cuál es su
contribución en la misión en el mundo?
--Cardenal Pell: Tenemos cerca de 300 misioneros
australianos que trabajan en el extranjero. En el pasado este número erasuperior, gracias sobre todo a los religiosos presentes
en Nueva Guinea, en las islas del Océano Pacífico y también en Asia. Entre los
grupos de misioneros más activos puedo citar a los Christian
Brothers, irlandeses, hoy presentes sobre todo en
África con un trabajo magnífico.
--¿Cómo es la acción de
--Cardenal Pell: El 26% de los aborígenes son
católicos, por lo tanto son nuestros hermanos y son parte integrante de
--¿Qué se espera de
--Cardenal Pell: Espero que la fe de nuestros
jóvenes, y de los jóvenes de todo el mundo, salga reforzada y puedan reconocer
a Cristo como centro de su vida.